11 septiembre 2018

Yo también sufrí bullying. Por Julio César Ortega. #MeQueer

RESCATAMOS ESTE TEXTO DEL BLOG: https://juliortega.blogspot.com/ "La butaca de Julio César" sobre el bullying que sufrió en su momento escolar en estas fechas de "vuelta al cole". 


"El timbre resonó por todos los rincones del colegio. En cuestión de segundos, los pasillos vacíos se llenaron de críos corriendo, bocata en mano, hacia el patio. Era la hora del descanso, la más esperada por todos… excepto por mí.

El recreo era ese momento del día en que me quedaba desubicado. En el mejor de los casos, llovía y había que quedarse dentro, sencillamente charlando, haciendo dibujos o tirándose bolas de papel. Pero la lluvia no es precisamente una constante en Almería, así que la mayor parte de los días, salir al patio era la norma.

Allí, mientras las chicas jugaban a las casitas, los chicos le daban al fútbol. A mí no me gustaba ni una cosa ni la otra. Recuerdo que alguna vez, cuando se me ocurría probar suerte con el balón (era un niño, así que tenía que gustarme el fútbol aunque ni yo mismo lo supiera), recibía como respuesta de los chicos un “tú no, marica, que no sabes jugar”. Y ahí me quedaba, en tierra de nadie. 

En aquel momento estaba solo, pero mi historia no es ni mucho menos extraordinaria. Prácticamente todos los homosexuales podrían contar algo parecido, quizá peor. Aunque ni sea algo que solamos exponer ni siempre reconozcamos la cicatriz que nos dejó o la influencia que tuvo en nuestro desarrollo. En cada aula de este mundo hay, al menos, un niño o niña que se siente diferente: por su orientación sexual, porque no se siente identificado con el sexo de su cuerpo, por su raza o etnia, por su complexión física, por llevar gafas, por no venir de una familia estándar... y eso no entiende de centros públicos o privados.

A mí me resultaba chocante ver cómo todos querían unirse a mí cuando había que hacer una redacción, una manualidad, o cómo me votaban un año tras otro como el delegado de la clase, y sin embargo me daban la espalda el resto del tiempo. Era como un juego ilusorio en el que me veía atrapado una y otra vez. Una pelota que estaba ahí cuando la necesitabas, porque deseaba que la echaran en falta, pero que lanzaban muy lejos en cuanto les venía en gana. Casi nadie me invitaba a su cumpleaños y tenía dificultad para encontrar a un compañero en las excursiones o en las actividades que hacíamos de dos en dos.

¿Por qué yo no encajaba? ¿Por qué tenía que ser todo siempre igual? ¿Acaso no podíamos jugar a otras cosas? Y, sobre todo:¿por qué yo era diferente?

Siempre hubo tres o cuatro gañanes que se cebaban conmigo. Exactamente del tipo que todos podrán recordar en sus respectivos colegios. Lo hicieron a lo largo de siete u ocho años sin que nadie les dijera ni una sola palabra por ello. Supongo que pensaban que aquello no eran más que bromas de críos y, como mi rendimiento era óptimo, lo dejaron pasar. Pero no eran ellos los más hirientes, sino el sentimiento de impunidad, de estar solo, de ser culpable de mi propia diferencia. No tenía la sensación de que fueran unos cuantos, sino de que eran todos. Quien no les reía las gracias, permanecía en silencio.

Pasaban los años. A los zapatos ortopédicos que trataron (en vano) de remediar mis pies planos, la pluma y los kilos de más, se unieron unas gafas de cristales gruesos (que me rompieron en dos ocasiones) cuando tenía diez años. Y la hora del recreo seguía siempre ahí: ansiada por todos, temida por mí. Jamás dije nada en casa. Con el tiempo, algún compañero se unió a mí esporádicamente (gracias, Luis) y, poco a poco, fui construyendo una alternativa a la medida de ese niño más bien gordito, homosexual, con gafas gruesas y pies planos. Creé el periódico del colegio y desarrollé, por otro lado, una faceta creativa que me ayudaría en mi crecimiento profesional bastantes años después.

Pero el golpe que permanece más nítido en mi mente no vino por parte de ningún compañero, sino de un profesor. Concretamente, el de educación física. Un día muy soleado, en la pista de entrenamiento, nos dispuso a los alumnos en fila delante de él, como las teclas de un piano: todos sentados en un pequeño muro color beige, los chicos en un lado, las chicas a otro. Yo quedé el último de los chicos, justo en medio. Primero, seleccionó como líderes a los cuatro o cinco mejores en deporte. Después fue, por orden de fila, adjudicando un alumno a cada equipo. Empezó por los chicos. Cuando me llegó el turno a mí, me saltó. Continuó con las chicas y, sólo cuando hubo acabado con toda la clase, me adjudicó a un grupo. Recuerdo perfectamente cómo me hizo sentir aquello. Una autoridad acababa de declararme oficialmente diferente. Y, aunque yo todavía no lo sabía, esa etiqueta me acompañaría a lo largo de todo mi proceso de desarrollo personal hasta la edad adulta. También recuerdo el nombre y apellidos de aquel mal profesor (¿acaso podría haberlo olvidado?), aunque aquí me los ahorraré. Sólo sé que ahora dirige un instituto en el mismo pueblo… espero que con mejor tacto.

Aquello ocurrió a principios de los 90. La palabra bullying no significaba nada en España. Hoy, la OMS lo tiene declarado como un asunto de salud pública.  Se sabe que entre un 5 y un 10%  de los alumnos en España sufre acoso escolar grave, y que un 81% de los adolescentes están preocupados por este tema. Además, Internet y las redes sociales han propiciado la aparición del cyberbullying, una práctica que comienza en torno a los diez años.

Una persona sometida a acoso durante la etapa más crucial de su vida puede desarrollar graves problemas psicológicos. Así, los jóvenes que a los 18 años han sufrido acoso por parte de sus compañeros tienen más posibilidades de experimentar ansiedad, sufrir depresión o autolesionarse. Más incluso que quienes han sufrido abusos por parte de mayores. En el mundo, cada año se suicidan 600.000 jóvenes entre los 14 y los 28 años. Un tercio de ellos, en Europa.

En España, los suicidios son la primera causa externa de muerte, por séptimo año consecutivo y por delante de los accidentes de tráfico, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). La edad más vulnerable, entre los 15 y los 39 años. Tras los datos, las historias. No olvidaremos fácilmente la de Diego González, el niño de 11 años de Leganés que se suicidó el pasado 14 de octubre arrojándose por el balcón de su casa después de dejar una nota explicativa a sus padres. Es humanamente imposible recordarle sin que se forme un nudo en la garganta.

Pero, ¿qué podemos hacer para evitarlo? El acoso es un asunto más complejo de lo que parece. Mis amigos docentes me comentan que no siempre es fácil detectarlo. Detenerlo  es cuestión de todos: alumnos, padres, profesores, instituciones, medios de comunicación… Educar en la igualdad, la diversidad y la tolerancia es fundamental, pero también lo es disponer de mecanismos eficaces de actuación. Aunque se ha avanzado mucho (y hoy existen en los medios unos referentes que no existían en mi época escolar), actualmente, España no cuenta con ninguna medida de ámbito estatal para combatir elbullying. La campaña #NiPasoNiMePaso solicita, a través de Change.org, que se establezca por ley un protocolo anti-bullying en todos los centros escolares del país. 

El bullying no es una película de ficción que pasa ante nuestros ojos con un guión cerrado sin que podamos detenerla o cambiarla. Es más bien una obra de teatro grotesco a cuyo escenario tenemos la oportunidad de subir en directo. No podemos ser espectadores. Cuando lo detectamos (comprueba aquí si sabrías hacerlo de verdad), debemos intervenir para cambiar el rumbo de las cosas.

En 1993, yo habría dado lo que fuera porque alguien lo hubiese hecho."

03 septiembre 2018

BULLYING. ACOSO ESCOLAR, IGLESIA... #MeQueer

AGRADECEMOS EL TEXTO DE JORGE EN EL QUE NARRA SUS PÉSIMAS EXPERIENCIAS ESCOLARES EN ÁNIMO A QUE CUALQUIER PERSONA QUE ESTÉ PASANDO POR LO MISMO SEPA QUE NO ESTÁ SOLA Y QUE PUEDE CONTAR CON NOSOTROS. #MeQueer 
Texto íntegro de "Jorge Valiente"

"Sufrí bullying/acoso en el colegio, Peñarredonda (A Coruña), empezó cuando tenía 12 años y fui a una excursión obligatoria con el colegio, que se llamaban "convivencias" (¿irónico verdad?). Me puse enfermo y lo único que hice es acurrucarme junto a mi mejor amigo, que dejó de hablarme a los pocos meses. Ya en ése momento hubo comentarios de los cursos superiores, porque éramos varias clases de diferentes edades, pero no le di importancia. Pensaba que se les olvidaría, pero no fue así.
Con el tiempo fue muy duro, es un colegio del opus dei y no tenía a nadie para comentarle lo que me estaba pasando. Era un niño y no había ni redes sociales ni la información que hay hoy en día. Cada día era una tortura levantarme para ir a un sitio donde sabía que me iban a maltratar, muchas veces vomitaba el zumo de naranja que mi madre me daba de desayuno.
Siguió pasando el tiempo y en mi enconada resistencia todo el colegio estaba al tanto de que yo era gay, así también los profesores que presenciaban con sus propios ojos el acoso que sufrí. No hicieron nada.
Tuve que dejar de comer en el comedor, porque era imposible ya que era entrar en el recinto y comenzar un aluvión de insultos, tirarme comida...etc. Adelgacé muchísimo, nadie hizo nada y en mi entorno nadie se preocupó.
En la hora de la comida vagaba como alma en pena por el colegio ocultándome de todos para no provocar una avalancha de improperios. Los curas me veían caminando y uno de ellos me cogió del brazo y me dijo que pensase en "abrazar a Dios" e iniciarme en el sacerdocio cuando pudiese. Le dije que no. No recuerdo exactamente las palabras que le dije, pero nunca me lo volvieron a preguntar. Eso sí en una confesión, en un despacho no un confesionario, otro sacerdote me preguntó si me masturbaba, porque le dije que no sabía que decir porque no tenía nada que confesar (no había hecho nada malo, lo único que hacía era sufrir). Por aquel entonces yo no sabía ni lo que era la masturbación y él me lo explicó, detalladamente, ante mi sorpresa. Estaba completamente en shock. Él tenía una erección en ese momento. Salí acalorado, sofocado, agobiado y corriendo. Alegre de que no hubiese pasado nada más y nunca volví a confesarme. Cuando era la hora de confesión me ocultaba en mis sitios habituales para que nadie me viese.
Recuerdo varios acosos que me marcaron: hubo peleas, persecuciones, pero recuerdo claramente a un compañero que me cogió del cuello en un intercambio de clase y me apretó hasta dejarme sin respiración. El profesor pasó al lado para abrir el aula y no hizo nada, yo como pude le di una hostia y no volvió a acercarse (eso sí me amenazó de muerte el niño).
Con 14 años ya no aguantaba más y me armé de valor y le dije a mi madre que me quería cambiar de colegio. Ella reaccionó dándome una bofetada. Yo no lo entendía, y nunca lo entenderé. Ella alegó luego que estaba en una situación difícil por el divorcio de mi padre y que estaban haciendo un esfuerzo grande por pagarme el colegio, en realidad lo pagaba mi padre no ella.
Mi abuela hizo que entrase en razón y me dejaron cambiarme de colegio. Eso sí tuve que buscarme yo el nuevo instituto. Ellas fueron a Peñarredona a buscar mi libro escolar y las secretarias les dijeron que: "El colegio no es el problema. Ése niño va a llevar consigo el problema allá a donde vaya." Mi abuela se disgustó muchísimo, creo que algo les contestó a las secretarias defendiéndome según me comentó mi madre.
Yo sobreviví a todo esto. Pude salir y hacerme fuerte, aunque nunca se olvida todo este sufrimiento. Tengo cicatrices que ya no tienen remedio pero quiero pensar que para algo me sirvió todo lo sufrido.
Yo sobreviví al bullying, Jamel Myles, que tenía 9 años, no. Como tantos otros niños que por desgracia no han sobrevivido.
Escribo esto para dar testimonio de lo que sufrimos las personas LGBTI.
Nunca pensé en decir públicamente todo lo que sufrí. Aún siento vergüenza en parte por haber permitido que me hiciesen todo esto.
Pero nunca van a poder conmigo.
Tenemos que conseguir que no vuelva a pasar. Tenemos que educar. Tenemos que dar ejemplo. #LGBTI #MeQueer " 

05 julio 2018

PREGÓN DE MADRID ORGULLO 2018.

El pregón de Madrid Orgullo 2018 fue llevado a cabo por Los Javis quiénes presentaron a una nueva generación de activistas conocidos por todas, todos y todes..., ésto fue lo que dijeron:







Orgullo LGTB+ 2018: La revolución tres sesenta


Luis Fenero: 

Millennials: supuestamente la generación mejor preparada pero también la más malcriada, desinteresada, quejica, egoísta, vaga, inculta… ¡Vamos, lo peorcito! Así es como nos presentan la sociedad y los medios de comunicación. Sin embargo, precisamente hoy estamos aquí doce jóvenes, millennials, que NO nos sentimos identificados con esta descripción. Bueno, quizás sí seamos un poco quejicas, pero con motivos. Porque todavía hay muchas cosas que no van bien y por las que hay que quejarse. 

Lolita Watson

Las quejas crean cambios. Las quejas crean revoluciones. Hace cuarenta y nueve años una queja inició la liberación LGTBI+. Una queja llamada Stonewall y que lideró Marsha P. Johnson. Gracias a ella y a muchos otros que iniciaron y continuaron la lucha podemos celebrar hoy el Orgullo. Marsha era mujer, transexual, negra y joven.  Sí, también era joven. Tenía solo 23 años. Y es que la juventud siempre ha sido quejica y por eso ha sido el gran motor del cambio y de las revoluciones.

Marina

No nos malinterpretéis, no queremos discriminar a los mayores, a esos que llaman señores. Todos formamos parte de este movimiento ¿Pero cuál es nuestro papel ahora? Nuestra revolución debe ser una revolución sexual, una revolución tres sesenta. Empecemos por dejar de llamarlo Orgullo gay y llamémoslo por su nombre, Orgullo LGTBI+. No nos comamos ninguna sigla porque aquí todos sumamos. 

Jedet

Y puestos a comernos algo, mejor comámonos el donut. ¡Basta ya de dividirnos! La lucha es conjunta. Queremos vestirnos como nos dé la gana, estar con quien queramos y poder ser quien realmente somos. ¡Todas somos reinas! No queremos que estén de acuerdo con nosotros, queremos que nos respeten y para eso, tenemos que empezar por respetarnos entre nosotros. Si te quieres poner un vestido, una camisa de cuadros, pintarte las uñas, lucir pluma o los pelos del sobaco, hazlo independientemente de que seas chica, chico o chique. ¡Digooooo!

Bast

Haz lo que quieras, cuando quieras, cuando te sientas con fuerzas. Porque ya tenemos suficiente con que antes de nacer nos otorguen un género en base a los genitales. Un género binario, claro. Chica o chico. Rosa o azul. Vivimos en una sociedad que da por hecho que somos personas cis y hetero; y que nos juzga si nos salimos de lo establecido. Donde un beso con tu chica, se convierte en titular… Sí, se han ido dando pequeños pasos. Este año, la OMS ha dejado de considerar la transexualidad como una enfermedad mental, para considerarla una disfunción. Un paso, pero pequeño. 

Javier Raya

Nosotros aquí, en nuestro barrio, en Chueca, al menos podemos avanzar paso a paso. Pero esta no es la realidad en toda España. Hay pueblos donde todavía el balón es para los niños y los patines para las niñas. Donde la gente te señala, te apunta con el dedo, susurra a tus espaldas… por ser el “bicho raro”. Bichos raros sin referentes visibles en su entorno que consiguen sentirse identificados con personas como tú o como yo, a golpe de click. Muchos de ellos soñarán con estar aquí hoy. Ojalá pronto sus pueblos celebren verbenas repletas de banderas arcoíris y podamos celebrarlo todos juntos. 


Mapi León

En otros lugares puede ser todavía peor. En otros países nos encarcelan y nos matan por el simple hecho de existir. Hay personas LGTBI+ que tienen que huir y se encuentran con las puertas cerradas, a la deriva. Es más, hay un país donde la LGTBfobia está a la orden del día y aún así está celebrando el evento deportivo más mediático del año. ¿Y todavía pensamos que el gran drama es que España haya sido eliminada en octavos? De todas formas las chicas, que también jugamos al fútbol, intentaremos el próximo año llevar a España a lo más alto. Probablemente no tengáis ni idea, pero la Selección femenina jugará en el Mundial 2019. 

Víctor Gutiérrez

Por eso tenemos que alzar la voz por nosotros y por todos aquellos a los que no se les escucha. ¡Tenemos que manifestarnos! ¡Tenemos que ser visibles! Tenemos que hacernos ver en todos los aspectos de nuestra vida, no solo en nuestra esfera privada. No podemos permitir que nuestra identidad de género o nuestra sexualidad condicione nuestra profesión ni nuestro futuro. ¡Sorpresa! Se puede ser deportista y homosexual; es compatible.

Lucia Sun

También es compatible ser fotógrafa y mujer. Si ya es difícil ser mujer en una sociedad machista, imagina ser mujer y LGTBI+. Una doble discriminación que hace que, por ejemplo, la esperanza de vida de una mujer transexual en España sea de poco más de cincuenta años. 2018 está siendo el año de la mujer y debe seguir siéndolo. Pero de todas; incluidas lesbianas, trans, negras, blancas, asiáticas, ricas, pobres, viejas y jóvenes. 

Claret Castell

Y sí, somos jóvenes, pero los hay aún más jóvenes. Jóvenes que viven el acoso en las aulas y fuera de ellas, también en redes sociales. Los doscientos ochenta caracteres de un tuit son suficientes para hundir la autoestima a cualquiera.  Por eso nuestra responsabilidad es educarlos, enseñarles a que se puede estar conectados veinticuatro/siete sin ser un hater. Queremos ser ejemplo para las próximas generaciones, esas que esperemos que se quejen y mucho. 

Agoney 

Ya veis, los millennials somos unos quejicas. Aunque también esperamos que os haya quedado claro que somos valientes, comprometidos y luchadores. Somos las mariposas que el león no ha podido comerse y vamos a seguir celebrando y manifestándonos… ¡por el amor, por la libertad y por la visibilidad!
Hoy continua la revolución tres sesenta. 
Good luck and don’t fuck It up!

¡FELIZ ORGULLO 2018!


18 junio 2018

ORGULLO 2018. Leganés, ciudad por la diversidad. Miércoles 20 y Sábado 30 de Junio

Miércoles 20 de Junio

· 18:30 INAUGURACIÓN de la Exposición “Humor y LGTBI” (CC. Rigoberta Menchu). METRO: El Carrascal. RENFE: Zarzaquemada. Varios artistas nacionales e internacionales. 

Con presencia de autoridades y visita guiada a la exposición por parte del comisario de la misma.




La exposición estará en el CC Rigoberta Menchu, Avenida de Juan Carlos I hasta el próximo 12 de Julio con VISITAS GUIADAS el miércoles 20 y después el 4, 5, 6 y 10 de Julio. Todo un lujazo. 

https://www.facebook.com/Legaynes/videos/1906545182701894/

· 20:00 Batucada por la diversidad. Reparto de chapas, lazos y banderas arcoíris. Por las inmediaciones de Plaza de España y Plaza de la Fuentehonda. METRO: Leganés Central RENFE: Leganés

· 20:30 Actuación Musical: Coro Voces LGTBI en escenario de Plaza de España. METRO: Leganés Central RENFE: Leganés 


www.facebook.com
LEGAYNÉS. 947 likes · 62 talking about this. Comunidad LEGAYNES; Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales y Hetero friendlys del Sur de Madrid.

https://www.facebook.com/Legaynes/videos/1894242260598853/



Jueves 28 de Junio:

12:00 horas. Lectura moción aprobada en Pleno de Ayuntamiento sobre ORGULLO LGTB. Lugar: Plaza de España.

Aquí tenéis el vídeo




Sábado 30 de Junio:

09:00 a 14 :00 horasII Torneo de Fútbol 7 Femenino en La Cantera, camino del Cementerio. Organizado por LEGAYNÉS en colaboración de Fulanita de Tal club deportivo y el Ayto de Leganés.

Las chicas que deseen participar pueden enviar un email a: clubfulanitadetal@gmail.com aún quedan plazas libres. 




Pedazo de días para conmemorar y celebrar el DÍA del ORGULLO LGTB en LEGANÉS. Puedes y debes compartir estos eventos con quiénes desees y llevarte a cuantos más amigos y amigas puedas para hacer GRANDES QUEDADAS LEGAYNÉS. 

FELIZ ORGULLO PARA TODAS Y TODOS!!

18 mayo 2018

DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA LGTBIFOBIA . 17 de MAYO.

17 de Mayo, #DíaInternacionalContralaLGTBifobia. A pesar de haber transcurrido 28 años desde que la OMS sacara la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, recordemos que fue un 17 de Mayo de 1.990)  existen estados, países, ciudades y pueblos en los que no se realizan políticas efectivas para erradicar la #LGTBIfobia , lugares en los que si no es por una iglesia es porque qué van a pensar de mí si apoyo ésto? O si nosotros no tenemos nada en contra pero es que aquí casi no hay porque no se ven..., "aunque tenemos amigos que lo son"...
La falta de políticas activas en cuanto a pedagogía social seguirán provocando delitos de odio, suicidios, bullying... pero aunque puedan tener las herramientas para paliar lo anterior se seguirán escudando en excusas para no afrontar la realidad Y ÉSTO también es #LGTBifobia, la de quiénes pudiendo evitarla no lo hacen. Solo cuando se habla del poder adquisitivo de las parejas DINK (double income no kids) o del 10 % de población que suponemos y lo trasladan matemáticamente a número de votantes es cuando se nos tiene en cuenta.
Para muchos LGTB 'S 🏳️‍🌈     MAÑANA SERÁ DEMASIADO TARDE, lamentablemente la historia así nos lo atestigua.


“No olvidemos nunca que venimos de una lucha muy dura. Hemos sufrido una injusta y cruel represión que nos condenó a las cárceles, a los psiquiátricos, a la burla, a la soledad, el estigma y al ostracismo de los armarios, por el sólo hecho de nuestra diferencia sexual” Pedro Zerolo

31 marzo 2018

DÍA INTERNACIONAL VISIBILIDAD TRANS.

La primera bandera trans fue creada en 1999 por Monica Helms, una mujer transexual que utilizó el azul (color tradicionalmente relacionado con los niños), el rosa (las niñas) y el blanco como representación de las personas con interesexo, los que están en transición o los que consideran que tienen un género neutral o indefinido



800px-Transgender_Pride_flag.svg



En el Día Internacional de la Visibilidad de las personas Transgénero, 31 de marzo, LEGAYNÉS quiere:

1-recordar a la ciudadanía que las personas transexuales existen desde que existe la humanidad, siendo éstas otro ejemplo de la enorme diversidad del ser humano;
2- recordar su papel fundamental e involucración directa en la lucha de derechos sociales de mujeres, lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales;
3- reivindicar el derecho que tienen a cambiar de nombre y sexo en los documentos oficiales sin tener que pasar por ninguna evaluación médica ni psicológica. Respetando su libre autodeterminación y su sexo sentido;
4- recordar que existen menores transexuales y éstos deben recibir el mismo respeto que el resto de la población para lo cual se pide que los centros escolares eduquen en la diversidad tanto del deseo como de identidad de género no ciñéndose a la categorización binaria, visibilizando las identidades no binarias;
5- reivindicar su derecho a decidir libremente sobre la reasignación de sexo genital;
6- exigir el cese de las intervenciones quirúrgicas a bebes intersexuales;
7-denunciar la vulnerabilidad y la especial dificultad en el acceso al mercado laboral, solicitando la puesta en marcha de políticas específicas que faciliten dicho acceso en igualdad de condiciones;
8- prestar especial atención a las personas trans que viéndose obligadas a abandonar sus países de origen por persecución con claro riesgo para sus vidas solicitan asilo político;
9- recordar a todas las personas que han sufrido y siguen sufriendo agresiones, amenazas o han sido asesinadas y “las que decidieron dejarnos” ante la incomprensión de la sociedad a causa de la transfobia de la que todos somos responsables;
10-   reclamar la retirada inmediata de las categorías de “disforia de género” / “trastornos de la identidad de género” de los catálogos diagnósticos (DSM de la American Psychiatric Association y CIE de la Organización Mundial de la Salud) al considerarlos escudos burocráticos de los que se alimenta la transfobia.


    




12 enero 2018

BULLYING y sus consecuencias imprevisibles.

TEXTO ÍNTEGRO de Javier Cid.  

La imagen puede contener: una persona, sentada, sala de estar e interior


Llegó la hora. Sólo le pido a Dios, o a esas fuerzas vaporosas que mueven el mundo, que me alcance la vida para hacer mi revolución a tiempo. Necesito unos días, solo unos, y ya entonces podré morir en paz, con gran algarabía de pamelas en mis funerales. Hace 25 años que dejé el colegio, lo que venía llamándose la EGB, y con tal efeméride he sido incrustado en un chat de whatsapp con todos todos mis ex compañeros. Se está promoviendo un encuentro para festejar lo felices que eran hace un cuarto de siglo, cuando no tenían más runrún adolescente que jugar al fútbol y destrozarme la vida. Yo, que tengo poco que festejar de aquellos años terribles, guardo silencio. Leo los mensajes agazapado, enlutado en todos los recuerdos que me acorralan desde hace días. Sólo espero el momento de atacar; entonces, cuando pongan día y hora a su reencuentro miserable, escribiré una soflama tremenda que ya barrunto en mi cabecita loca. No estuvo el fútbol entre mis virtudes, pero sí el don de la escritura, y con esa lanza de palabras como balazos pienso clavarles mi desprecio. Por las pintadas de 'maricón' en las paredes del colegio. Por los cabezazos con los que me partisteis el labio y me rompisteis, también, un poquito por dentro. Por aquella tarde de invierno (había tanta nieve, la siento todavía hoy en las mejillas) en la que me destrozasteis una bici nueva al despeñarla por El Barranco, aquel paraje inhospito del barrio en el que años después yo perdería mi virginidad, menuda paradoja desesperada. Por humillarme, por avasallarme, por robarme las ganas, la risa y las palabras, porque me arrancasteis las ganas de hablar, de decir, de ser, durante una niñez que parecía no acabarse nunca. Con 14 años me libré de vosotros, creí que por siempre, y ahora resucitáis en un grupo de whatsapp que me sonroja, pues será que no os queda ni un trocito de vergüenza. Por eso voy a responderos en un post legendario, un ajuste de cuentas que hará historia. Será el mejor texto que escribí nunca, mi pequeño legado a la Humanidad. Por justicia poética, me voy a vengar con lo único que tengo, que es mi pluma. No lo haré por mí, pues tengo más agallas que todos vosotros juntos y a Hostias me hicisteis más fuerte. Me hicisteis un hombre. Me hicisteis ganar. Lo hago por mi madre, a la que los golpes le dolieron más que a mí. Y lo hago por los chavales que aún hoy soportan lo insoportable, pues las peores guerras a veces se suceden entre pupitres. Os voy a dejar sin aire, hijos de puta. Y entonces, ya sí, cerraré esa puerta de una puta vez. Y ahora, si me disculpáis, voy a cenar callos con garbanzos, que son buenísimos para el vigor. Y, por cierto, me queda el consuelo de saber que habéis visto, al menos en foto, lo bueno que estoy.


Foto del perfil de Javier Cid, La imagen puede contener: una persona, selfie, barba, primer plano e interior