Hoy, 3 de julio, es un día importante. Hoy se cumplen 20 años de la entrada en vigor de la ley de matrimonio igualitario en España. Una ley que situó a nuestro país en la vanguardia, ya que fuimos el tercer Estado del mundo en aprobarlo y el primero en incluir la adopción en el matrimonio igualitario.
Fue una ley histórica que amplió derechos y que supuso un enorme paso adelante, no sólo para los homosexuales, sino para toda la sociedad española. Con ella lanzábamos un importante mensaje al mundo entero y a nosotros mismos: somos un país avanzado, diverso, progresista y que trata a todos sus ciudadanos por igual.
Por supuesto, los mismos que siempre se han opuesto a cualquier avance social (sufragio femenino, divorcio, aborto, eutanasia...) también obstaculizaron este. Votaron en contra, convocaron manifestaciones de repulsa, dijeron barbaridades en medios de comunicación conservadores ("Si se casan dos hombres, ¿por qué no te vas a poder casar con tu perro?") y recurrieron la ley ante el Tribunal Constitucional, que tardó siete años en pronunciarse. Son los mismos que hoy han conseguido que el apoyo de la opinión pública al matrimonio igualitario haya retrocedido por primera vez en muchos años.
Debemos celebrar los avances, pero nunca bajar la guardia ni dar por sentados los derechos.
Ser un país igualitario es una labor continua
que nos concierne a todos. 
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