17 mayo 2021

17 de mayo - Día contra la LGTBIfobia. Por Chema Ferrer

 17 de mayo - Día contra la LGTBIfobia

La otra noche estábamos en casa mi madre, mi marido, mi hermano y yo hablando de nuestra juventud y mi hermano hizo un repaso a todas las novias, rollos, amigas especiales y amantes varias que tuvo en todos esos años.
Entonces me di cuenta de que por haber sido gay armarizado hasta los 18 años que es cuando decidí salir del armario, había vivido una adolescencia muy bonita y muy chula pero que realmente no me pertenecía. Aquella vida fue puro teatro, fue una mentira de alguien que no tuvo el valor de dar un paso adelante porque el miedo o mejor dicho, el pánico me tenían completamente paralizado y atrincherado detrás de mis mentiras.



Que yo soy gay lo sé desde que era muy pequeño. Por mucho que os digan los defensores de la “familia” y salvapatrias varios lo de ser gay es algo que uno sabe desde chiquitín al igual que el niño hetero sabe que le gustan las niñas y nadie le cuestiona, es más le cuelgan novias y aplauden el ser un niño machito ligón. A mí con 6 o 7 años mi madre y mis hermanos ya me decían que mi compi de clase Patricia era mi novia y con eso me hacían llorar de vergüenza. Eso sí, fue mi mejor amiga del cole. En realidad el que me ponía muchísimo con once, doce o trece años era Kiko pero eso me lo guardé para mí hasta hoy.
Desde pequeño aprendí a mentir, mentía a los demás y me mentía a mí el primero. TODO con tal de que nadie descubriera mi “horrible” realidad, que me gustaban los chicos y mucho. En los años 80 lo de tener un hijo gay no era algo casi normal como ahora. Nos educaban para tener novia, para ser un hombre y más en mi caso, con dos hermanos mayores que eran dos picaflores de cuidado.
Obvio que acabé echándome novia. Al final me pudo la presión de mis amigos, de mi madre, de mis hermanos, de todos...porque NADIE sospechaba que yo era un chico gay. Reconozco que mi falta de amaneramiento me ayudó en mi montaje teatral en el que fui la Mejor Actriz Juvenil Dramática del momento en Palmanyola. Aprendes a sobrevivir y llega un momento que no diferencias entre tu personaje y tú mismo.
Me encantaría volver atrás con todo lo que sé ahora y cambiar todo aquello. No me siento orgulloso. Me hubiese encantado tener una infancia y una adolescencia que realmente me pertenecieran. Crecer entre mentiras es una pesadilla que no recomiendo a nadie. MI pesadilla acabó en 1994 con 18 años, después de ver un reportaje de Canal+ en el que salían Pedro Zerolo y Mili Hernández hablando del Orgullo, de ser gay y lesbiana, de salir del armario y eso me dio la valentía que no había tenido hasta el momento y di el paso del cual ya no habría marcha atrás y lo que vino después os lo cuento otro día.
Si teneís hijos o hijas pequeñxs educadles en la diversidad, no deis por hecho que son heterosexuales. Escuchadles, sed receptivos a sus señales y acompañadles en su crecimiento personal desde la empatía y sin dar nada por hecho.
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Tú, Jordi Petit, Chema Ferrer y 86 personas 

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