Sábado, 28 de octubre de 2006. Año: XVIII. Numero: 6161. |
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MADRID |
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Speaker's corner |
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Ejercicios de visibilidad |
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LEOPOLDO ALAS
La visibilidad gay no es una reiteración caprichosa, aunque nos canse. Es una inversión necesaria, que puede ser cotidiana, en un futuro al que no queremos renunciar, en el que las diferencias serán respetadas como tales sin pretender diluirlas en la insoportable indiferencia de lo unánime. Pero además hay semanas en que la visibilidad avanza a ojos vista. El miércoles, la FELGTB presidida por Beatriz Gimeno firmó con la ministra de Cultura, Carmen Calvo, un acuerdo por el que se establece un marco de colaboración que normalice la participación del colectivo en la vida cultural. La cultura oficial abraza formalmente a la cultura gay. Y esto, que a muchos les parecerá innecesario en su obstinada y ominosa ceguera, es una semilla en el territorio de la decencia social. La negación milenaria que nos ha condenado, vejado y excluido exige una afirmación tenaz de nuestro ser y estar en el mundo. Al día siguiente nos encontramos en el Círculo de Bellas Artes a la diosa del feminismo lésbico Empar Pineda, la librera y editora Mili Hernández (Berkana), Urbano Hidalgo, el subdirector de Zero, la única auténtica revista gay de este país, y yo mismo, presentando la indispensable obra enciclopédica publicada por Nerea, Gays y lesbianas, vida y cultura. Un legado universal: historiadores de nueve países recorren los siglos analizando nuestra cultura y nuestras costumbres, nuestra intimidad y nuestra despiadada persecución, que ha sido nuestro legado más universal. Pero también, como dijo Empar, nuestros placeres, por prohibidos y secretos que fueran. Y esta globalización de lo gay, junto con la revolución de las mujeres, tiene la fuerza de la verdadera justicia y de una reivindicación planetaria de derechos humanos fundamentales. Como colofón, esta noche en el Studio 54 de Leganés (c/ San Nicasio) se celebra la décima quedada del Legaynés, liderada con entusiasmo por Luis Santidrián, en la que uno podría incluso acariciar la peregrina idea de ligar pero cuyo fundamento es la descentralización del ocio gay urbano, que no debería ceñirse a Chueca sino abrirse a toda la geografía de esta Comunidad y del país entero. Ser cada día más visibles nos hace más libres y más respetables. Así se escribe la historia y así se avanza. |
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© Mundinteractivos, S.A. |
Nos pareció interesante rescatar de la hemeroteca esta reseña que nuestro ya desaparecido amigo Leopoldo Alas hizo de nosotros en el diario "El Mundo". El local que se cita en la columna, como bien sabéis, fue el pionero en acogernos. En la actualidad es La Estación 47, también en la calle San Nicasio, la que abre sus puertas a nuestros encuentros.
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